Vida y muerte son procesos interrelacionados. La principal ventaja de superar el miedo a la muerte y poder hablar sobre ella es que aprendemos a valorar y a vivir la vida con mayor plenitud. El proceso de morir es una parte fundamental de nuestras vidas, y podemos influir en él tomando decisiones sobre «cómo queremos morir».
La tecnología médica actual distorsiona la trayectoria natural de la muerte y nos sumerge en un laberinto de complicadas decisiones. Más allá del sufrimiento físico que la medicina moderna se encarga de aliviar, necesitamos sentirnos acogidos y acompañados emocionalmente, estrechar las redes sociales de cuidados, buscar un sentido último a nuestra vida mediante la reconstrucción narrativa de los recuerdos, el perdón, la gratitud y el amor.
Este libro nos ofrece una oportunidad para superar las barreras habituales sobre la muerte, para ayudarnos a ser conscientes de que «lo que hace buena una vida también hace buena una muerte». Cada persona vive su vida, cada persona muere su propia muerte.
Como sociedad humana interrelacionada e interdependiente, somos responsables de promover y reclamar los mejores recursos socio-sanitarios disponibles para que todos podamos vivir nuestros últimos días con la mayor paz y serenidad posibles.